En el lugar adecuado y en el momento oportuno.
Hay paisajes que se conservan en la memoria casi intactos, y cuando al cabo de un tiempo vuelves al mismo lugar, todo sigue, casi, cómo lo habías recordado.
Pero hay otros que para poder disfrutarlos de nuevo, no sólo has de estar otra vez en el lugar deseado, sino además , y cómo se dice para otras situaciones,en el momento oportuno.Y este es el caso de la floración de los almendros.
Es una señal inequívoca del paso de las estaciones y del tiempo.
La nieve nos podrá visitar o no durante el invierno, será más o menos lluvioso el otoño, florida la primavera o caluroso el verano, pero la flor del almendro no fallará a su cita, para recordarnos que ha pasado un año más.
Además, el espectáculo que se nos brinda salpicando los bancales de rosa pálido aquí y allá, mezclándose con los olivos ,a veces grises , otras verdes,perfilando sus siluetas contra el incipiente cielo azul de la primavera que se está acercando, ... , repito, es un espectáculo que merece el esfuerzo de subir a Alcoleja , para no perdérselo, teniendo el privilegio de reservar en primera fila,y respirar el perfume que se desprende cuando caminamos sorteando sus ramas repletas de flores.
De nuevo en la ciudad y desde la distancia, no puedo más que cerrar los ojos e inmortalizar la imagen,aún sabiendo que cuando vuelva ya no estarán en flor, y tendré que esperar ,para poder disfrutarlo de nuevo, a la fecha que marque el calendario de la naturaleza, y no otra,de modo que si me lo pierdo ,ser paciente un año más u otro,hasta que vuelva a estar en el lugar adecuado y en el momento oportuno.
Disfrutad las fotos.
