dilluns, 22 de desembre del 2014

Solsticio de Invierno



Astronómicamente durante la madrugada del domingo al lunes 22, a las 00:03 habrá comenzado el invierno. Estación que espero sea más lluviosa que el otoño, aunque las últimas semanas parece que las borrascas nos han traído algo de agua, siempre tan necesaria.
El año pasado por estas fechas ya había nevado un par de veces  tiñendo de blanco el pueblo. La primera incluso a finales de noviembre.
Este año, ya estamos en vísperas de Navidad y todavía no nos ha visitado la nieve, aunque hubiese sido en la cima de Aitana. 
A decir verdad, los meses más fríos están por llegar; enero y febrero, que es cuando más suele nevar. Pero esto se lo dejo a los aficionados  a la meteorología, que sé que hay unos cuantos por aquí. Les animo a que investiguen en sus fuentes históricas y nos den datos al respecto.
De todas formas, mi post no va por esos derroteros, sino para llamar la atención a estos cambios de estación, antaño seguro más relevantes que ahora, cuando la mayoría de la población somos urbana, y no vivimos mirando al cielo salvo cuando se pone a llover y nos chafa algún plan o en mi caso, cuando me complica la recogida de los críos del cole, con el consiguiente atasco y las prisas por no mojarse.
Esta foto con la que encabezo el post tiene más de 10 años ,seguro, y muchos habrán ya reconocido el lugar (El Pla de Cirer) y el molino de viento ( ahora sería un generador eólico) que entonces se levantaba, parecía que imperturbable, al paso del tiempo.
Siempre me ha gustado  caminar por esa zona, y en aquellos tiempos lo hacía con más frecuencia, y cuando pasaba por debajo de él me parecía escuchar un lamento, quejumbroso, como el óxido que le estaba comiendo poco a poco. Miraba hacia arriba para ver cómo giraban lentamente sus aspas. Me imaginaba que trataba de decirme algo, pues además no hacía ni suficiente aire para mover una hoja del suelo, con lo que menos para mover las aspas del  molino. Pero sí, lo hacían a mi paso y dejaban de hacerlo cuando me alejaba unos metros, volviendo a quedar en silencio, cómo cuando lo observaba desde la distancia.Era muy mayor...
Un día de invierno, tras una copiosa nevada, en que salí cámara en mano para inmortalizar el paisaje, me acerqué hasta allí e hice la foto que ya habéis visto.
Había entendido el mensaje ; tomar como referencia el molino de viento para el encuadre, de modo que ya no pasase al olvido cuando dejase de verse en la distancia.
Así que hice una primera foto, y volví otras tres veces más y la repetí en primavera, en verano y en otoño. Más o menos, no recuerdo bien, y teniendo en cuenta que en aquella época no teníamos cámaras digitales y había que esperar al revelado para ver el resultado.
Algún purista me podrá discutir la exactitud o no de las fechas, pero para mí que se pueden identificar fácilmente las distintas estaciones.
Yo tengo las cuatro juntas en un cuadro y cada vez que las veo me recuerda que hubo un tiempo en que las estaciones marcaban el ritmo de vida de las personas, y sé que aún hoy lo sigue haciendo, aunque en la ciudad sólo nos fijemos en la temperatura para saber que ropa ponernos por la mañana, en la previsión de lluvia para no olvidarnos el paraguas, o en los cambios de ciclo, cuando salimos de la oficina por la tarde y queda más o menos claridad en el cielo.

Un pequeño homenaje a nuestro querido pueblo dónde todavía es posible medir los tiempos de la naturaleza.

Un saludo a tod@s.





2 comentaris:

Rafa Loreto ha dit...

Y también un pequeño guiño a esa peli tan estupenda, SMOKE,¿eh Jordi?

JorDi ha dit...

Muy bueno el repor. La película es todo un clásico y también buenísima